Esta es una de mis recetas estrellas. Según dicen, lo bordo como nadie. Peeeeeero, ¿y si les cuento que hago trampa y que además tardo muy poco? No les voy a quitar la ilusión.
Lo ideal para esta receta son las cocochas de bacalao, pero tienen dos grandes problemas: Son difíciles de encontrar y cuando las encuentras, te asustas con el precio que tienen.
Yo he probado de todo y no hace falta gastarse dinero para conseguir el plato perfecto. Se puede hacer con las bandejas de bacalao congelado, de esas que traen 3 piezas.
Puntuación: 10
Con Vitro
Cantidad: 4 personas
Tiempo de preparación: 40 minutos
Ingredientes:
- 2 bandejas de bacalao congelado (6 piezas)
- 4 ajos hermosos
- 1 vaso de aceite
Preparación:
1 - Descongelar y lavar las piezas de bacalao.
2 - En una sartén grande echar el aceite y ponerlo a temperatura media.
3 - Mientras, vamos pelando y laminando los ajos. Los echamos a la sartén y bajamos un poco el fuego para que se hagan despacito y vayan soltando todo su sabor.
4 - Cuando empiecen a dorarse, los sacamos y los reservamos para adornar después. Mucho cuidado con que no se pongan marrones, pues si se tuestan nos amargará el aceite.
5 - Colocamos el bacalao con la piel hacia abajo y dejamos la temperatura bajita, para que se vayan haciendo poco a poco y la piel vaya soltando su gelatina.
6 - Cuando veamos que está el bacalao lo sacamos a la fuente donde lo vayamos a servir.
7 - Ahora viene el truco: Se supone que el aceite habrá cuajado moviendo la cazuela con mucha paciencia en movimientos circulares, pero yo lo que hago es comprobar que el aceite se ha templado. Si no es así, lo dejo reposar un rato hasta que pierda calor.
Lo ponemos en el vaso de la batidora y ponemos las cuchillas en el fondo del todo. Ponemos a funcionar la batidora lo más lento posible sin levantarla del fondo. Si vemos que va cuajando vamos subiendo las cuchillas muy despacio hasta que llegamos arriba y ya está lista.
En caso de que no cuaje puede ser por dos motivos: que el aceite esté muy caliente y tengamos que esperar un poco a que enfríe, o se haya enfriado demasiado y lo tengamos que templar un poco, o que haya demasiado aceite. En este caso, lo dejamos reposar un par de minutos para que la gelatina blanquita se vaya al fondo. Quitamos un poco de aceite y volvemos a repetir el proceso.
8 - Echamos la crema que nos ha salido sobre las piezas de bacalao y adornamos con los ajitos reservados.
Notas:
* Si lo queremos hacer de un día para otro podemos. Antes de servirlo lo calentamos un rato al horno y en el último momento ponemos el gratinador. No es el bacalao al pil-pil típico, pero también queda muy original.
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